Como ya lo habrán visto en la Bitácora de hoy, este fin de semana pasado anduve por Acapulco. La pasé excelente pero también advertí muchas cosas.
En el paseo que hice en Tranvía por una parte de la Zona Dorada de Acapulco y por toda la Zona Tradicional (o el Acapulco Antiguo), el guía explicaba que Acapulco tiene bien marcadas sus tres zonas. Los parámetros para hacer tal demarcación son muchos, pero el principal es la situación económica de los habitantes y turistas de cada una.
En la Zona Tradicional, que es donde se encuentra el centro, Caleta, Caletilla, La Quebrada, el Museo, el parque Papagayo, entre otras cosas, la situación económica de los turistas y habitantes es baja. En esa zona se encuentran los hoteles más baratos (desde los $0.00 pesos hasta los $250.00 pesos por noche), los restaurantes más económicos, los barrios más pobres, las playas más enardecidas y las más sucias y descuidadas.
En la Zona Dorada, que va del hotel Avalon hasta las base naval, encontramos a los habitantes y turistas de clase media-alta. Los hoteles van de los $250.00 pesos hasta los $5000.00 pesos por noche aproximadamente. En esta zona es donde los restaurantes son más caros, se encuentran las plazas comerciales, los casinos licenciados, los deportes acuáticos, el bungie, playas un poco más cuidadas, etc.
La Zona Diamante es la zona de los ricos, millonarios, billonarios y lo que haya más allá. Tiene los antros más exclusivos, los hoteles (con noches de hasta $30,000.00 pesos) y restaurantes más caros, las playas más bellas y los servicios más rebuscados y de alta tecnología.
Como podemos ver, en Acapulco los contrastes son grandes (y ya cada vez en más lugares pasa lo mismo). Mientras unos están turisteando, disfrutando de la brisa marina, comiendo mariscos, tomando video de la experiencia, divirtiéndose pues, otros están aseando nuestro cuarto de hotel, buscando clientes para las motos acuáticas, mesereando, arriesgando la vida con clavados de alturas de 25 y 30 metros o haciéndonos el favor de tomarnos la foto de recuerdo.
En el paseo que hice en Tranvía por una parte de la Zona Dorada de Acapulco y por toda la Zona Tradicional (o el Acapulco Antiguo), el guía explicaba que Acapulco tiene bien marcadas sus tres zonas. Los parámetros para hacer tal demarcación son muchos, pero el principal es la situación económica de los habitantes y turistas de cada una.
En la Zona Tradicional, que es donde se encuentra el centro, Caleta, Caletilla, La Quebrada, el Museo, el parque Papagayo, entre otras cosas, la situación económica de los turistas y habitantes es baja. En esa zona se encuentran los hoteles más baratos (desde los $0.00 pesos hasta los $250.00 pesos por noche), los restaurantes más económicos, los barrios más pobres, las playas más enardecidas y las más sucias y descuidadas.
En la Zona Dorada, que va del hotel Avalon hasta las base naval, encontramos a los habitantes y turistas de clase media-alta. Los hoteles van de los $250.00 pesos hasta los $5000.00 pesos por noche aproximadamente. En esta zona es donde los restaurantes son más caros, se encuentran las plazas comerciales, los casinos licenciados, los deportes acuáticos, el bungie, playas un poco más cuidadas, etc.
La Zona Diamante es la zona de los ricos, millonarios, billonarios y lo que haya más allá. Tiene los antros más exclusivos, los hoteles (con noches de hasta $30,000.00 pesos) y restaurantes más caros, las playas más bellas y los servicios más rebuscados y de alta tecnología.
Como podemos ver, en Acapulco los contrastes son grandes (y ya cada vez en más lugares pasa lo mismo). Mientras unos están turisteando, disfrutando de la brisa marina, comiendo mariscos, tomando video de la experiencia, divirtiéndose pues, otros están aseando nuestro cuarto de hotel, buscando clientes para las motos acuáticas, mesereando, arriesgando la vida con clavados de alturas de 25 y 30 metros o haciéndonos el favor de tomarnos la foto de recuerdo.
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