lunes, 9 de julio de 2007

Fin de Semana en Acapulco

Ya para estas horas ando bien cansado después de un fin de semana memorable en el puerto de Acapulco.

El viaje se realizó con motivo de la graduación del nivel bachillerato de la hermana de un amigo de la ESCOM. Aprovechándo que cuando mi amigo se graduó de la Vocacional no tuvo salida a lugar alguno, su papá le dio chance de aprovechar la de su hermana.

Salimos al puerto el viernes 6 de julio a las 9 de la mañana de la Central de Autobuses del Norte. El viaje fue un poco pesado por las condiciones de la carretera y por las películas que pusieron en el camino. En el autobus íbamos René (mi amigo de la ESCOM), Gonzalo (alias Chalo, amigo de la infancia de René), Ignacio (alias Burra, amigo de Chalo y René) y yo.

Llegamos a la terminal de autobuses de Acapulco a las 14:30 más o menos y de ahí tomamos un taxi a nuestro hotel: el Crowne Plaza. Una vez registrados, fuimos al cuarto, desempacamos algunas cosas y nos fuimos a ver a la hermana de René y a sus compañeros graduados al hotel Emporio.

En el Emporio conocí a más amigos de René (la mayoría residentes de Cd. Cooperativa Cruz Azul) y nos pusimos de acuerdo para salir a un bar en la noche después de tomar algunas copas en nuestro cuarto de hotel.

De manera que nos fuimos a Bodega Aurrerá a comprar vasos, refrescos, jugo, frituras, dos botellas de Johnny Walker, una de Buchanan's y una de Absolut (ya que yo solo bebo vodka). Luego regresamos a nuestro hotel y ahí nos esperaban Puga y Chanok (dos cuates con los que nos pusimos de acuerdo en el Emporio).

Bebimos un buen rato, platicamos y luego Puga y Chanok regresaron al Emporio a confirmar el lugar a donde saldríamos, mientras nosotros nos dimos un baño y nos cambiamos. Chalo no nos pudo acompañar al Paradise (que fue el lugar que se decidió) porque se pasó de copas...

El ambiente en el Paradise, un antro-bar al lado del bungie, es muy bueno, ya que está en la playa y comparte alberca con el bungie. Ahí hubo concurso de playeras mojadas, baile y nadada con todo y ropa en la alberca.

Al otro día, nos paramos a nadar un rato y fuimos a desayunar-comer al buffet del Emporio. Luego yo me fui a un tour por tranvía a la Zona Tradicional de Acapulco y a ver el espactáculo de los clavadistas de la Quebrada. Regresé al hotel, me bañé y le hablé a Chalo, Burra y René para ver qué íbamos a hacer. Se decidió ir al Palladium, un antro algo exclusivo en la Zona Diamante del Puerto. Esperé a René y los demás en el cuarto y mientras ellos se bañaban, yo me bajé a tomar una copa de vino tinto al Nude's, el bar del Crowne Plaza donde había música en vivo y oí la que hoy es Rola del Día.

En el Palladium de nuevo hubo un ambiente extraordinario (se le agradece a Sharon que aplicó técnicas seductivas al cadenero para que pudiéramos pasar). Vimos show de malabaristas, de fuego, el famoso Azteca, chicas hermosas, barra libre de bebidas muy buenas, relajo, etc. Saliendo del lugar yo me fui con el Burra, Chanok y otros cuates al Samantha's otro muy buen lugar por allá (ñ_ñ). Luego al hotel y a dormir.

El domingo nos despertamos algo tarde, pero con tiempo suficiente para ir a treparnos a los Jet Ski y echar carreritas a altas velocidades. Cuando terminó nuestro tiempo ahí nos fuimos al cuarto a bañarnos y cambiarnos para ir a comer y a ver los partidos de las Selecciones.

Comimos en el Fisher's, un restaurant de mariscos. Yo me tomé dos micheladas exquisitas y comí ceviche peruano y Huachinango a las brasas. De ahí nos fuimos al Emporio, estuvimos un rato en la alberca de ese Hotel y luego salimos a cenar. Regresamos a nuestro cuarto y luego nos llamaron para ir a la playa a culminar las mini-vacaciones. Afortunadamente todavía teníamos bebida, así que compramos algunos hielos y nos lanzamos allá.

Finalmente regresamos al hotel, yo me dí un baño y me acosté a las 4:30 am para levantarme a las 7 am, vestirme e irme a la terminal de autobuses a tomar mi camión de regreso.

Llegué al DF a las 14 más o menos y de ahí me quedé de ver con mi papá en Obrero Mundial y Eje Central para que recogiera mi maleta y me trajera al trabajo.

Ahora tengo mucho sueño, pero valió la pena. Acapulco es un lugar de ensueño.

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